jueves, 31 de julio de 2014

Un lugar elevado



Hace unos días, un amigo me pasó la fotografía de un cuadro desaparecido, datado a principios del siglo XIX y sobre cuya atribución existen dudas. Lo primero que atrajo mi atención fue la plataforma sobre la que se situaban las figuras, abierta a un dilatado paisaje. "Este hombre ha recibido la influencia del panorama", pensé. Uno de los dos artistas a los que se atribuye la obra había realizado vistas para espectáculos ópticos; aunque no consta que el otro también las realizase, no cabe duda de que ambos, como la mayoría de artistas de la época, presenciaron algún espectáculo de ese tipo y recibieron su impronta.

La plataforma elevada en forma de roca, terraza o cualquier otro elemento similar aparece con frecuencia en la pintura del siglo XIX. Caspar David Friedrich nos ofrece numerosos ejemplos.


Caspar David Friedrich, El caminante sobre el mar de nubes (1817-1818), Kunsthalle, Hamburgo

Caspar David Friedrich, El templo de Juno en Agrigento (c. 1830) Museum für Kunst und Kulturgeschichte, Dortmund
Caspar David Friedrich, Las hermanas en el balcón (c. 1820) El Hermitage, San Petersburgo

Los panoramas no solo se contemplaban desde un lugar elevado, sino que a menudo, para acentuar el realismo de la representación, incluían en primer término un fragmento de tejado o del antepecho de una azotea.

Modelo de panorama

Robert Barker, Panorama de Londres (1792)


Friedrich no fue ajeno a los espectáculos ópticos. En la próxima entrada veremos un trabajo suyo para un pariente muy próximo del panorama: el diorama.

13 comentarios:

  1. No sé si me equivoco, pero me da la impresión de que esa plataforma también da más profundidad al paisaje.

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    1. No te equivocas: junto con otros recursos que iremos viendo -como, por ejemplo, la figura de espaldas, que se merece una entrada propia-, la plataforma en primer término sirve para acentuar la profundidad.

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  2. Hola:
    supongo que otear el panorama es más propio de un siglo que de otro, como bien dices, y el romanticismo tiene muchos puntos para observar atentamente, pero para mi, ninguno observa tan bien como los impresionistas.
    No estoy segura de porqué me lo parece, pero con sus pinceladas y sus colores, los paisajes y los panoramas invitan a observarse, así que cuando además, añaden personas, creo que son el paradigma de un estilo peculiar.
    "El paseo por el acantilado de Pourville" cumple con todos o casi todos los requisitos, y es de una belleza inigualable (esto es personal, claro), y ya más adelantado "Muchacha en la ventana" de Dalí, también tiene muchas características, aunque supongo que aquí, más que la observación del panorama, lo que el autor quiso fue que el espectador observase a la muchacha. Con Dalí no sé muy bien.
    Gracias Carmen, este tema, como bien dices tiene mucha miga, y lo de la figura de espaldas mirando a la lejanía se ha puesto muy de moda en muchas historias, pero específicas, de narrativa. Casi, viendo la portada se puede intuir el argumento.

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    1. Los impresionistas, con su afición por los espectáculos y su interés por los avances en la investigación óptica, el desarrollo de la técnica, la fotografía, el movimiento y la captación de la luz en distintos momentos, tienen muchísima miga, como dices. Sin duda volveremos a ellos en este blog, porque se enmarcan perfectamente en esta relación espectáculos-fiestas-tecnología-arte que, como ya habréis adivinado, es una de mis pasiones. Pasión que, por cierto, espero contagiaros.

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  3. El tema es muy interesante y, por lo que dices, vas a aseguir hablándonos sobre la influencia de estas técnicas novedosas sobre la pintura. Apetece mucho saber más. También es interesante el camino inverso, o sea, la influencia de la pintura sobre, por ejemplo, la fotografía o el cine. Recuerdo una película en la que los protagonistas entraban en los cuadros. Hay fotografías cuya disposición parece pictórica o incluso los contornos pueden parecer trazos. Todas esas interrelaciones pueden resultar sorprendentes o, en su extremo, rechazables. Seguro que hay formas arquitectónicas que rememoran decorados de diferentes películas. No hablo solo de arquitectura vde cartón piedra. Estoy convencido de que hay clientes que desean pasar una noche en el hotel de El Resplandor o en una mansión de cualquier película de terror. También lo exótico atrae mucho, en ocasiones por un cuadro o una película. Es curioso cómo a algunas jóvenes mamás les gusta el nombre de Vanessa para su hija, pero no les convence, ni por asomo, que se la llame Juanita. No es lo mismo, por lo que se ve, Vanessa Redgrave que Juanita la Larga. Será cuestión de sofisticación: de lo extranjero a lo castizo. Creo que me he perdido, pero el tema es fascinante.

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    1. Sí, creo que la película de la que hablas es Los Sueños de Akira Kurosawa . Hablaremos sobre lo que comentas acerca de la influencia -clarísima, en muchos casos- de la pintura sobre la fotografía y el cine, y también sobre temas arquitectónicos bastante curiosos: entre ellos, los que comentas. Daniel, dices que te has perdido. No importa: perderse es un buen medio de encontrar cosas interesantes, como las que propones.

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  4. Me fascina Friedrich, El Caminante Sobre Mar de Nubes ilustraba la portada de un libro de Follet que estaba leyendo y antes de empezar a leer me tiraba un rato largo admirándola, ese paisaje lo es todo y al hombre le pasa igual, no puede dejar de admirar semejante espéctaculo. Lo mismo que otro de sus cuadros Mujer Delante del Sol Poniente, no me extraña que ilustren más de una portada.

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    1. Es un cuadro fascinante: como dices, es normal que lo hayan empleado para las portadas de muchos libros. Ahora las editoriales están empezando a utilizar también algunas obras del pintor danés Vilhelm Hammershøi, un artista con claros ecos de Friedrich. Por cierto, a propósito de lo que antes comentaba Daniel: el cineasta Carl Theodor Dreyer recibió mucha inspiración de las obras de Hammershøi. En 2007 se hizo en Barcelona una interesante exposición sobre este tema.

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  5. ¡¡Vaya!!! no sabía de este pintor, hasta que vi la portada de una novela.
    Si que se le da un aire a Friedrich, pero tiene un aire taciturno que no le encuentro al segundo. Friedrich lo noto como más luminoso, de espacios abiertos, mientras que H., hasta en los paisajes, parece oscuro o más bien, neblinoso.
    Recurre en varios cuadros a una puerta, junto a una ventana por la que entra la luz del sol, pero la habitación apenas está en penumbra. Lo que no sé es si es así en realidad; los paisajes nórdicos están muy al norte o por el carácter del pintor.
    En cualquier caso no resultan deprimentes, al menos a mi, pero dan sensación de silencio, de vacío aunque no de una manera negativa. Si hubiese que ponerles música creo que la minimalista es la que mejor les va.

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    1. ¿Te ha gustado Hammershøi? A mí me resulta muy interesante. Me produce una sensación de serenidad y, como dices, de silencio.

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  6. Es interesante el comentario de Harry. Es verdad que la obra de Hammershoi comunica silencios y vacíos. Es marcadamente nórdica. Hasta ahí coincido plenamente con Harry.
    Lo que digo ahora puede ser una barbaridad, pero prefiero manifestar lo que siento que callarme. Encuentro mucha relación entre Hammershoi y Hopper, aunque sus paletas son antagónicas: de una frialdad extrema a una calidez extrema. Pero, aun siendo contrarias, sus obras plasman con nitidez la soledad. Creo que hay que remontarse bastante para encontrar esa manifestación con tanta claridad. No sé. Es lo que siento.
    Sobre la música minimalista: cuando me hablan de este tipo de música. pienso inmediatamente en Philip Glass y, al final, en Drácula. Me parece interesante. Yo me acercaría más a Satie y, si hay que buscar algo anterior, me iría a Haendel o a Monteverdi.
    Espero no estar diciendo tonterías.

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    1. Todo lo que has dicho es muy acertado. En mi opinión, hay sobre todo un rasgo que une a Friedrich, a Hammershøi y a Hopper: el ensimismamiento. Es un tema importante, sobre el que no tardaremos en volver.

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  7. Si, me ha gustado Hammershoi, su uso del espacio me parece tranquilizadora, da sensación de paz.

    Y ahora que lo comentais. No le encontré parecido con Hopper en un principio, pero es cierto el aire de soledad que les une.
    En cuanto a la música... no lo llego a ver. Satie no lo encuentro difícil de imaginar, pero H. y M. no los encuadro aquí. Para mi su música es tan vivaz, tan dinámica que no la encuadro en un espacio tan amplio y vacío. Para mi van unidos a mucha gente, a algo grandilocuente, lleno de luz
    Supongo que es algo personal y que depende de como notamos la música y como vemos los cuadros de manera particular

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