domingo, 21 de diciembre de 2014

Babilónica confusión




Babilonia formó parte, desde fechas tempranas, del imaginario exótico que, tras alcanzar su apogeo en el siglo XVIII, evolucionó  durante el XIX en dos direcciones: una, enraizada en lo pintoresco y más apegada a la fantasía y la imaginación, y otra que se vincula con el nacimiento y desarrollo de ciencias como la arqueología, la etnología y la lingüística, así como con la instancia de realismo que, derivada de los espectáculos ópticos, influyó sobre la escenografía teatral. 

Caída de Babilonia, Tapiz del Apocalipsis de Angers, Castillo de Angers, siglo XIV
Charles LeBrun, Entrada de Alejandro en Babilonia, Museo del Louvre, París, 1664 c.

Los elementos babilónicos fueron muy frecuentes en el teatro y en los espectáculos de vistas. Compositores como Rossini, Meyerbeer y Verdi ambientaron en la ciudad mesopotámica algunas de sus óperas, tales como Ciro in Babilonia, Semiramide, Semiramide riconosciuta y Nabucco.

Antonio Basoli, Palacio real de Babilonia, decorado para Semiramide riconosciuta, de Giacomo Meyerbeer, 1820
Antonio Basoli, Jardines colgantes, decorado para Semiramide riconosciuta, de Giacomo Meyerbeer, 1820
Alessandro Sanquirico, decorado para Semiramide, de Gioachino Rossini, 1824
John Martin se ocupó de Babilonia en dos obras: La caída de Babilonia, de 1819, de la que existe un grabado datado en 1831, y El banquete de Baltasar, de 1821, obras que ejercieron su influencia en las posteriores representaciones vinculadas con esta civilización.

John Martin, La caída de Babilonia, 1819
John Martin, El banquete de Baltasar, Yale Center for British Art, New Haven, Connecticut, 1820

Que las reproducciones de estos ámbitos babilónicos no fueran muy fidedignas halla cierta justificación en el hecho de que hasta 1848 no comenzaran las primeras excavaciones arqueológicas que descubrieron monumentos auténticos: hasta entonces, la imaginación suplía, en gran parte, la ausencia de conocimientos más precisos, forjando una imagen ecléctica, nacida de la fusión de elementos egipcios, hindúes, etc.


Babilonia también accedió de forma temprana al cine a través de películas como La vergine di Babilonia, de Luigi Maggi (1911); The Wanderer, de Raoul Walsh (1925) o, por supuesto, el episodio babilónico de Intolerance, de David W. Griffith (1916).  


David W. Griffith, Intolerancia, 1916
Los espectaculares decorados que para la película de Griffith realizó Walter L. Hall recogieron, entre otras, la influencia de las obras antes citadas de John Martin, de los decorados realizados en 1816 por Karl Friedrich Schinkel para La flauta mágica, de Mozart, y de los grabados de Gustave Doré sobre la historia de Daniel. 

Karl Friedrich Schinkel, decorado para La flauta mágica, de Wolfang Amadeus Mozart, 1816
Gustave Doré, Daniel interpreta el escrito en el muro, 1868

Una gran influencia ejerció también el péplum Cabiria, rodado en 1914 por Giovanni Pastrone.

Giovanni Pastrone, Cabiria, 1914
Se hallan presentes en la película de Pastrone, como en la de Griffith y los grabados de Doré, unos elefantes de carácter más hindú que mesopotámico:

Giovanni Pastrone, Cabiria, 1914

También encontramos en Cabiria una espléndida "boca del infierno", de aire precolombino, que se retoma en la puesta en escena, en 2012, del Ciro in Babilonia de Rossini en Pesaro:

Giovanni Pastrone, Cabiria, 1914
Gioachino Rossini, Ciro in Babilonia, Pesaro, 2012
Si los decorados de Cabiria resultan impresionantes, aún son más imponentes los de Intolerancia. El set de Babilonia, que abarcaba trece kilómetros cuadrados, fue el más grande construido hasta ese momento. Las murallas medían casi setenta metros y cada uno de los elefantes de alabastro, cincuenta.


David W. Griffith, Intolerancia, 1916
Impresionante, ¿verdad? Pero es que las cosas de Babilonia son así. Observémosla, si os parece, junto a Semíramis:
 
Edgar Degas, Semíramis contempla la construcción de Babilonia, Museo de Orsay, París, 1860-62



10 comentarios:

  1. fascinante, y qué selección más hermosa, lo que hace la imaginación, gracias por tus aportes

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  2. Me gusta mucho cómo relacionas la historia, el arte, el teatro, el cine y todos los espectáculos en general, Carmen.

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  3. Es una entrada magnífica. Me encanta cómo se desata la imaginación en torno a esa Babilonia perdida que luego reaparece por medio de la investigación arqueológica. Me hace pensar en ciudades romanas que todavía no sabemos, con exactitud, dónde se ubican, aunque esté perfectamente documentada su existencia.
    El tapiz de Angers es una auténtica joya.
    Jamás habría acertado que la pintura sobre Semíramis era de Degas. Todavía tengo que aprender mucho sobre pintura.

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  4. Cierto Carmen:
    una representación de Babilonia completa y muy bien argumentada. Para mí, Babilonia es un tema más del mundo antiguo y del que el arte siempre ha echado mano.
    Por eso resulta tan fascinante su carácter específico, como se ha representado a lo largo de los años, independientemente que esa imagen sea acertada o no.
    Me ha gustado mucho y he aprendido muchas cosas.

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  5. Mariona, Ana María, Daniel y Harry, gracias por vuestros amables comentarios. Me alegra que os haya gustado esta "babilónica confusión".

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  6. Qué pena que de aquella Persia y esa Babilonia ya no quede nada. El ser humano a lo suyo: lobo para el hombre. Un beso, Carmen.

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  7. Mi primer puzzle fue una torre de babel como esta:
    http://www.gettyimages.es/detail/fotograf%C3%ADa-de-noticias/circa-1423-the-building-of-the-tower-of-babel-fotograf%C3%ADa-de-noticias/51240551
    A partir de ahí empecé a leer más sobre historia y arte, Babilonia siempre me ha parecido apasionante.

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    Respuestas
    1. ¡Es un puzzle precioso, Anabel! ¿Qué edad tenías?

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    2. Qué delicia de puzzle, Anabelee. Prepárate, que también hay una entrada reservada para la torre de Babel. ¡No puede faltar!

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