miércoles, 9 de septiembre de 2015

Un pueblo junto al mar





Necesito del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o solo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos.
(Pablo Neruda, El mar)


El mar nos atrae. No hacen falta cantos de sirenas cuando la propia voz del mar nos seduce. Si acompasamos nuestra respiración con la suya, si conseguimos ser ola y romper en espuma sobre la arena de la playa o contra las rocas del acantilado, entenderemos los versos de Jorge Guillén:

Sobre espaldas oscuras
las olas van gozando.


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El mar nunca es límite, sino camino. Jamás debería ser frontera cuando ya, inevitablemente, es tumba milenaria. Cuando nos sumergimos en él, todos sus muertos nos abrazan, lo sabemos, porque son también, todos ellos, nuestros muertos. De ellos, de las rutas de la civilización, de los trabajos de los pescadores, de los insensatos y cruentos combates navales, de viajes, de puertos y naufragios, nos habla sin cesar el mar. Solo tenemos que prestar oído a sus historias. 

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El mar no solo nos atrae a nosotros: también a los artistas. Muchos pueblos costeros alcanzaron la celebridad a través de los pinceles de los pintores que acudieron a beber sus azules, sus verdes, sus blancos y todos sus colores. Hoy vamos a visitar uno de ellos. Es un pequeño pueblo de pescadores acogido al pie de unos montes que lo protegen de un viento que puede ser molesto.

Postal, 7 de junio de 1905




¿Sabéis cuál es el nombre de este pueblo? ¿Y el de los artistas que reflejan sus paisajes en las obras que aquí vemos?


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Como veis, no nos hemos limitado a permanecer a la orilla del mar, sino que hemos recorrido los parajes que rodean al pueblo, hemos paseado bajo sus árboles, hemos visto sus casas y nos hemos asomado al mar desde distintos puntos, para sorprenderlo y sorprendernos.

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Amo el silencio, lo necesito, pero las palabras del mar nunca me incomodan: es como si su voz de sal y espuma fuese, también, otra forma de silencio, como lo es el rumor del follaje de los árboles o el canto de la lluvia. ¿Os sucede lo mismo?

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Os dejo con el poema de Jorge Guillén del que antes he citado dos versos y os invito a que compartáis con nosotros otros poemas relacionados con el mar.


El mar es un olvido,
una canción, un labio;
el mar es un amante,
fiel respuesta al deseo.

Es como un ruiseñor,
y sus aguas son plumas,
impulsos que levantan
a las frías estrellas.

Sus caricias son sueños,
entreabren la muerte,
son lunas accesibles,
son la vida más alta.

Sobre espaldas oscuras
las olas van gozando.

(Jorge Guillén, El mar es un olvido

*** 

Hemos visitado L'Estaque junto a los siguientes pintores: Paul Cézanne, Raoul Dufy, August Macke, Georges Braque, Albert Marquet y André Derain. Vamos a verlo:


Paul Cézanne, L’Estaque, 1885

Paul Cézanne, Rocas en L’Estaque, Museu de Arte, Sao Paulo, 1882 c.

Raoul Dufy, Barcas en L'Estaque, Musée des Beaux-Arts, Niza, 1908

August Macke, L'Estaque, 1914

Georges Braque, Paisaje en L’Estaque, 1907

Georges Braque, El viaducto en L'Estaque, 1907

Raoul Dufy, Arcadas en L’Estaque, Musée National d'Art Moderne, París, 1908


Albert Marquet, Terraza en L’Estaque, 1918

André Derain,  Paisaje en L’Estaque, 1906

Albert Marquet, L’Estaque

Albert Marquet, La Croisette en l'Estaque, colección particular, 1918

Paul Cézanne, L'Estaque bajo la nieve, 1871 c.

Georges Braque, Paisaje en L’Estaque, 1906

Albert Marquet, Terraza en L’Estaque, 1918

Georges Braque, L'Estaque, Musée de l'Annonciade, Saint-Tropez, 1906

André Derain, Curva en L'Estaque, Museum of Fine Arts, Houston, 1906

Paul Cézanne, Golfo de Marsella desde L’Estaque, Art Institute of Chicago, 1886

Paul Cézanne, Bahía de L'Estaque hacia el este, Memorial Art Gallery of the University of Rochester, 1878-82 c.

Georges Braque, L’Estaque, Musée National d'Art Moderne, Centre Georges Pompidou, París, 1906


André Derain, Árboles en L’Estaque, 1906

Nos despedimos con la voz de otro poeta:


Si no es el mar, sí es su imagen,
su estampa, vuelta, en el cielo.

Si no es el mar, sí es su voz
delgada,
a través del ancho mundo,
en altavoz, por los aires.
Si no es el mar, sí es su nombre
en un idioma sin labios,
sin pueblo,
sin más palabra que ésta:
mar.

Si no es el mar, sí es su idea
de fuego, insondable, limpia;
y yo,
ardiendo, ahogándome en ella.

(Pedro Salinas, Mar distante)







26 comentarios:

  1. Sí, el mar. O dicho dos veces, "El mar, el mar", como quería Iris Murdoch. Reconozco a André Derain en los cuadros 9,16 y 20, y a Cézanne (no podía faltar) en 17 y 18. Y de Neruda, qué te voy a a decir: "Lo que antes me enseñó lo guardo. Es aire, / incesante viento, agua y arena".

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    1. Derain, Cézanne (que claro que no puede faltar: ¡siempre lo llevo puesto! ;) ). A ver qué más nombres encontramos escritos sobre la arena...

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  2. HOla. el mar es tan impresionante y me sugiere tantas cosas y todas positivas. Me gustaron las palabras de Jorge Guillén sobre el mar. Seguimos enc ontacto

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    1. Pues tengo un problema con ese poema, no te creas. A ver si lo resuelvo. Disfruta del día, Marta, y si lo tienes cerca, también del mar.

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  3. Que miraba la mar
    la mal casada,
    que miraba la mar
    cómo es ancha y larga.

    Me gusta la entrada y reconozco poco, pero intuyo, por los colores a Cézanne en, como dice Manuel, 17 y 18. También diría 1 y 6. Hay uno que me recuerda a Chagall (5), quizá también por los colores.
    El mar siempre seduce.

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    1. Hay uno que os está mareando (que es lo propio, dado el tema de la entrada) un poco. Escribo con una sonrisa malévola pintada en el rostro ;)

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  4. Vi los barcos, madre,
    vilos, y no me valen.

    (Cancionero de Upsala)

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  5. Hola a todos:
    pues haciendo trampa, buscando buscando, creo que el pueblo es L'Estaque cercano a Marsella y los pintores son Cezánne el 1 y 2, el 6 y 19 Braque, el 7 Dufy, el 16 Derain y los otros me los sospecho pero no lo sé con seguridad. Seguiré buscando por que se repiten en más láminas.

    La mar es diferente para cada persona, y no todos los mares son iguales, cada uno tiene sus peculiaridades, pero como cualquier otra parte de la naturaleza, siempre asombra, cuenta, y pasa a formar parte de la vida de las personas. Al menos eso me parece a mí que vivo a tiro de piedra de la costa cantábrica y que no me imagino mi vida sin mar.

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    1. ¡Braque! ¡Bien! Ese nombre nos faltaba.
      El Mediterráneo le manda un abrazo al Cantábrico (que sabes, por cierto, que también es un poquito mi mar).

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  6. Ay! yo conozco ese pueblo. No sé cómo se llama, pero está cerca de Marsella. Es que me sonaba mucho de fotos que tengo de cuando estuve en Marsella y, efectivamente está en esas fotos, pero no sé su nombre.
    Respecto a los autores: Braque el 6 y el 19? Cezane el 2 y los ya dichos? No me atrevo a más.
    Besos.

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    1. Creo que Harry te lo soplará al oído, Rosa ;)
      Me alegro de que el bueno de Georges siga apareciendo por aquí.

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    2. Pues tienes razón. No había leído a Harry. L'Estaque no me suena. Es lo malo de mi memoria. Me suena la imagen, en qué viaje fue, pero el nombre, de nada. está bien saberlo.
      Un beso.

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  7. Si,la marca de Cezanne...de Derain,Dufy y los Fauves....pero....será porque los que se juntaron alguna vez llevan algo de sus almas...me aparece Marc en los árboles rojos....en él las ardillas....y el mar....solo y es inabarcable para mi....siento que cuando entro en El me SUMERJO EN DIOS....y no es poco lo que apunta Raoul BUNDSCHOTEN fundador del grupo CHÔRA....El mar en el horizonte....es la SUTURA entre el cielo y la Tierra....yo lo vivo así

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    1. ¿Marc? No estoy muy segura, Victoria, pero... el viernes saldremos de dudas.

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  8. Es cierto, el mar nos atrae. Nací en La Coruña, una ciudad completamente abierta al mar. Para mí, desde siempre, el mar ha estado presente en mi vida. Asocio mi infancia al olor que guardaban en sus ropas mis abuelos, mi padre, mis tíos. Y al viento marino que gobierna en los acantilados donde se posa la Torre de Hércules. A ese viento, siempre lo echo de menos.
    Desconocía las letras de Jorge Guillén. Gracias por descubrírmelas. Me las quedo.
    Me quedo pensando en el mar.

    Un abrazo

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    1. Te entiendo, Eva. También echo de menos ese viento, esos acantilados. Siempre he andado dividida entre dos mares.¿Sabes que me ha llegado el olor del que hablas? Un abrazo.

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  9. Uy¡ esta tarde he estado en el Reina Sofía, y ese amarillo del nº 7... buena selección, Carmen. ¡Saludos!

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    1. ¿A qué te ha recordado ese amarillo?
      ¡Mira que soy curiosa!
      Un abrazo.

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  10. Para mí, el mar siempre ha sido una culminación. Cualquier instantánea de un lugar siempre queda totalmente completa con la visión de un lejano azul, tranquilo y reconfortante que envuelve árboles, casas, puentes, barcazas...Gracias Carmen.

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    1. Coincidimos, Josevi. Cuando ves ese azul -no importa tanto si próximo o, como dices, en la lejanía-, sientes que el mundo está completo.

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  11. Vivo a unos kilómetros del mar. Casi todos los días lo veo en la distancia. No me atrevo a rozarlo sólo sentirlo, presentirlo. Necesito su arrullo para escribir, por eso, más de una vez, escucho este sonido. Gracias Carmen por regalarnos este mar siempre añorado. Te dejo su sonido.https://www.youtube.com/watch?v=A04qP9KJfuE

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  12. Precisamente este fin de semana he estado en Jávea, bañándome en transparentes aguas esmeraldas. El mar tiene esa ventaja: puede cambiar su apariencia como si fuera un estado de ánimo. Me encanta bucear y no sé todavía si me atrae más por dentro o por fuera. Es como estar enamorada de alguien tanto por el físico como por la personalidad. Me quedo con Cezanne, cualquier pieza de las que nos has presentado me encanta.

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    1. Cézanne, siempre. Tienes razón con lo que dices acerca de los cambios del mar. Oye,Carmela, estamos descubriendo tu faceta aventurera y... caramba, es genial. Un abrazo.

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